Visitas al Alma


Es sábado, esta nublado y lluvioso.
Quiero escribir esto porque quiero que quede detallado para releerlo siempre. Es simple, pero para mí es reconfortante y sin igual.
Es julio de 2018, y hace más de tres años me mudé a Mar del Plata. Entre medio estuve todo el 2016 en Europa (de lo cual hablé bastante en otros posts). En febrero me vino a visitar Brenda, amiga íntima desde que tenemos ocho años. Yo vivía en Don Torcuato con mi familia completa (cuatro) y ella fue mi compañera de escuela en Álvarez Condarco por dos años, cuarto y quinto grado de la primaria. En diciembre 2004, mis padres se divorcian y nosotras nos vamos a vivir a Corrientes. En Buenos Aires quedó mi papá y mis amigas, entre ellas Brenda. Es muy difícil hasta recordar ese primer año en Corrientes, con tantos sentimientos encontrados de empezar una vida nueva junto a mi familia materna, pero lejos de lo que marcó mi infancia: una familia feliz que vivía en Buenos Aires, que viajaba bastante y siempre estaba rodeada de amigos y la visita de familiares.
Brenda estuvo conmigo en todas mis etapas desde los ochos años, hasta me atrevo a decir que es la que más me conoce, son tantos años. Los primeros tres años en Corrientes nos mandábamos cartitas a través de mi papá. Nos contábamos brevemente algo significativo y cuánto nos extrañábamos. Que enorme suerte la mía de seguir teniéndola conmigo, sin jamás haber tenido una pelea de ningún tipo. Estudiamos la misma carrera y ella ya es Licenciada en Turismo, comprenderán que hasta nuestros sueños son similares.
En Marzo vino a visitarme Claudia. Claudia fue la primer amiga que tuve en Dublin, hasta le decía “mami”. Llegué a una casa donde vivía una pareja mayor de venezolanos, una brasileña, un venezolano (Rafa), y dos chilenas. En poco no, poquísimo tiempo, Claudia me involucró, me dejó entrar en su vida, en sus últimos meses en Dublin. Claudia es una de las mujeres que más admiro. Su manera divertida de ser, su risa, sus ganas de siempre hacer algo, me regalo en mis primeros meses en Irlanda, aventuras geniales. Solo tres meses, pero viéndonos todos los días, compartiendo mini day trips, conocimos Ring of Kerry, tomamos decenas de cervezas (en jarra) y enseñándome un idioma nuevo: el chileno jaja lo cual me fue muy útil porque después de ella, conviví con tres chilenos más adelante. Clau es una de las grandes razones por las que aprendí a vivir sin miedos. Ella se lanzó al mundo teniendo un gran puesto de trabajo, una vida completa (según muchos), pero sus ganas de más, la llevaron a recorrer Europa a lo largo de muchos meses. Desde que nos dimos el adiós en esa parada de bus, donde lagrimeé porque no sabía cuándo la volvería a ver, siempre nos mantuvimos en contacto. Desde mi insistencia a que me visite, se dio lo más rápido y natural, porque así es ella, una amiga con todas las letras. Pudo venir a visitarme una semana y me dio un gozo atómico poder mostrarle donde vivo y charlar y reírnos como antes. Claro que la que tiene que ir a Santiago ahora, soy yo.
En Mayo vino María. Toda mi familia correntina la conoce, porque ella es parte, es mi mejor amiga. María, la Doc, vive en Buenos Aires desde este enero, nos conocemos desde los 12 años. Pasamos toda la secundaria pegadas y es de las personas más importantes que tengo. María tiene la ventaja sobre cualquier otra amiga porque me visitó dos veces ya jaja Siempre, pero siempre me tranquiliza verla, porque pasamos tanto juntas, seis años viéndonos absolutamente todos los días en el colegio y después también. Acordarnos de anécdotas y contarnos el día a día es una terapia hermosa para mí. Sin dudas es de las dos amigas que más veo desde que me fui de Corrientes porque lo necesitamos, creo que tenemos una conexión hermana fuertísima.
La segunda amiga que más veo es Mica. Mica, la reina de las series y los planes, vino en Julio, para festejar mí cumple, ¿cómo no amarla con la vida? Ella vive en Corrientes pero todos los años nos vemos en Buenos Aires para algún recital, todas las semanas nos contamos hasta lo más insignificante. Incluso, mi idea de ir a Dublin había nacido con ella. Cuando empecé a averiguar todo, era porque las dos queríamos ir juntas un año. Por distintas cuestiones no pasó, pero le debo mucho a ella, por incentivarme y vivenciarlo conmigo a la distancia. A Mica la conozco desde los once años, solamente fuimos compañeras un año en Mecenas (colegio en Corrientes), pero desde el momento en que me cambié de colegio hasta hoy, nada cambió. Podemos hablar de tantos temas e ir de la A a la Z, escribirnos todo el día sin aburrirnos. Es de las personas que más extraño siempre, esté donde esté algo de repente me hace pensar en Mica.
En Septiembre viene Fio. Incluso si por alguna razón desafortunada no viene, lo escribo acá porque me emociona tremendamente. Fio es santafesina y nos conocimos en la Universidad, el primer día de clases ella me compartió un libro y desde ahí no nos despegamos hasta recibirnos el mismo día, el ocho de octubre de 2015. Toda la Tecnicatura en Turismo la hice estudiando con ella, saliendo a tomar mates con ella, saliendo de joda con ella, todo con ella. Cómo olvidar las milanesas y los chorizos que me cocinaba siempre con tanto amor que le traían de su campo en Avellaneda, los tantos fernet que compartimos en previas. Lo que la amo es impresionante, hoy en día hacemos juntas la Licenciatura Virtual (a distancia) y cursamos casi las mismas materias porque confiamos tanto la una de la otra que nos dividimos las lecturas, los resúmenes, todo. No nos vemos desde hace más de dos años y aunque es mucho tiempo, vivimos conectadas y jamás la siento lejos. Espero que la emoción nos ayude a aprobar el final que estamos preparando y no lo contrario JA
Resumir a mis amigas es re contra incoherente, pero quería recalcar lo mucho que significa para mí tenerlas y que se tomen el tiempo y el dinero para venir a pasar unos días acá. Son mi soporte emocional, mis risas diarias, lo más valioso que tengo y hay varias amigas más que amaría agregar y son igual de importantes que ellas, pero tienen que visitarme jaja

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